Pues efectivamente... Ya he aprendido a chuparme el pulgar, uno de esos apendices que cuelgan de mi mano y que he descubierto recientemente. Yo que pensaba que eran muñones lo que habia al extremo de mis bracitos, pero resulta que no... que tienen dedos en la punta.
Y hoy hemos estado paseando por Madrid, y estaba llenos de vacas de colores. Yo que pensaba que las vacas estaban en el campo... Este mundo no para de sorprenderme.
jueves, 22 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Y ahora mismo te vemos tocando el piano o la flauta travesera!!!
Del mundo, querida Noa, qué contarte??? Es una completa locura, pero tranqui, intentaremos ayudarte a moverte por él.
Muchos besicos desde Elche!
Publicar un comentario