Pues sí... me han abandonado vilmente. Nada, que querían irse a esquiar y me han dejado con los yayos el fin de semana. Yo también quería esquiar (aunque no sé qué es eso). Cuando han vuelto me han llevado a ver la nieve mas de cerca para consolarme. Pero bueno... la verdad es que los pobres se lo merecían después de tanto tiempo sin pisar la nieve. Por sus caras yo diría que se lo pasaron bien:
Yo mientras tanto en casa, mimada por los yayos. Eso sí que es vida, y no la que me dan los sargentos que tengo por padres.
viernes, 12 de marzo de 2010
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