No me gusta que me acaricien, no me gusta que me besen. Mi universo se reduce a mí misma. Yo soy lo único que me importa en este mundo; soy hostil a lo demás.
En mi mundo solo existo yo, y las sombras que me satisfacen. Si deseo algo, solo tengo que llorar o gruñir, y las sombras se acercan para reconfortarme.
Mas o menos mis papis son así hoy:
A los pobres les falta mucho por madurar... como podeis ver aún están un poco borrosos y descoloridos.
Me da lo mismo la hora que sea, lo quiero aquí, y lo quiero ahora. Y no me detengo hasta conseguirlo.
Sólo las reacciones instintivas son las que rigen mi comportamiento a día de hoy. Dentro de unas semanas aprenderé a apreciar a mis papás.
Pero ahora mismo, comportarme de forma hostil y egoísta, es lo único que sé hacer.
Y la verdad es que ya me estoy aburriendo... creo que voy a tener que aprender a hacer mas cosas si quiero conseguir objetivos mejores que un poco de leche o un pañal limpio.
Creo que empezaré por sonreir.
viernes, 14 de noviembre de 2008
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